Hasta el día de hoy se desconoce realmente de qué modo Pilatus inició el desarrollo del PC-21. Según algunas fuentes el proyecto nació de una encuesta solicitada a distintas fuerzas aéreas del mundo sobre cuáles serían los requerimientos más importantes para formar a los pilotos militares que luego pilotearían cazas de 4º generación; para otros fue un desafío de la propia empresa para ir más adelante del T-6 Texan norteamericano que en realidad es un PC-9 ampliamente modificado ya que Pilatus había ganado el concurso JPATS. Más allá de qué disparó el proyecto, lo cierto es que el fabricante suizo inició el desarrollo de un entrenador verdaderamente revolucionario en el más completo secreto, buscando una aeronave que le permitiera a las fuerzas aéreas realizar tanto el entrenamiento militar básico como avanzado con un solo modelo, convirtiendo en innecesario los reactores ligeros y medios de entrenamiento, e incluso avanzando sobre las unidades de conversión operativa. El cambio que proponía era tan radical que Pilatus dejó de lado su clásica designación y optó por incorporar el número 21 en directa alusión a que se trataba de un sistema de entrenamiento del Siglo 21. Y todo indica que lo ha logrado.
Una bala con alas
El PC-21 tiene una velocidad máxima operativa de 685 km/h. Con máxima potencia y a nivel del mar alcanza los 598 km/h en tanto que con potencia de crucero al mismo nivel de vuelo, logra una velocidad máxima de 570 km/h siendo su régimen de ascenso unos 1.295 metros por minuto. Todas estas prestaciones se logran gracias a dos elementos claves del PC-21: su motor y el diseño de su ala. Propulsa al avión un soberbio turbohélice Pratt & Whitney PT6A-68B que suministra una potencia máxima de 1.600 shp, potencia que es transmitida por una hélice Hartzell de 5 palas construidas en grafito. El motor incluye un sistema de gestión de potencia desarrollado por Pilatus que limita automáticamente el suministro de potencia en el despegue para mantener los parámetros del motor, aunque en el aire no existe ninguna limitación y la respuesta del motor ha sido preparada para que reaccione de modo similar a un reactor, obteniendo casi de modo instantáneo la potencia que solicita el piloto. Su máximo consumo se ha reportado a nivel del mar y a máxima potencia con un consumo de 250 kg por hora.
En cuando al ala, la misma fue diseñada para desempeñarse en altas velocidades presentando una flecha alar de 12.3 grados y una envergadura de solamente 8.77 metros, o sea 1,42 metros menos que la del PC-9, algo totalmente necesario para poder alcanzar las altas velocidades requeridas. Ambos bordes marginales presentan sus bordes curvados hacia arriba a fin de mejorar la estabilidad en tanto incorpora un elemento no muy visto en aeronaves de entrenamiento, spoilers para el control de rolido. Estos como los alerones y flaps son de accionamiento hidráulico. Motor y ala se han conjugado en el PC-21 para obtener las mismas respuestas de un reactor. Con peso normal alcanza los 92 nudos en 13 segundos y los mandos del motor como de las superficies de control tienen una respuesta inmediata, destacándose la estabilidad de la aeronave en toda su envolvente de vuelo, incluso en vuelo rasante.
Pero obtener tales prestaciones no es gratis. El peso vacío del PC-21 ronda los 2.280 kg y el peso máximo de despegue es de solamente 3.100 kg. o sea que tiene una “carga útil” entre pilotos y combustible de solamente 820 kg, aunque hay que mencionar que el avión se encuentran preparado para poder operar hasta con un peso de 4.250 kg ya que puede transportar hasta 1.150 kg de cargas externas.
Cockpit y aviónica de 4º Gen
Cada puesto de pilotaje dispone de tres pantallas activas LCD policromas; la central destinada a presentar la información primaria del vuelo
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Por Claudio Caputti
Interdefensa Militar Argentina ©
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